La demografía territorial para formular políticas públicas: el caso de Paraguay

febrero 25, 2021

Por: María Teresa Chica y Víctor Martínez
Instituto Nacional de Estadística
Asunción, Paraguay


Introducción

El crecimiento poblacional es el punto de partida para la planificación territorial y la formulación de políticas públicas en un país. Gracias a esta información, es posible responder a las necesidades, expectativas y retos tanto a nivel local, como por habitante. En general, cuando se habla de población, también es necesario contemplar la esperanza de vida, la tasa de fecundidad, la tasa de mortalidad, entre otros. Estos representan de forma clara aspectos en el desarrollo, comportamiento y evolución de un grupo de personas. Los indicadores demográficos son un instrumento esencial para los tomadores de decisiones, pues brindan información general sobre el tamaño de la población, la distribución territorial, los cambios en la composición etaria, los patrones de movilidad y otros datos, que permiten definir estrategias de distribución de recursos claves para dinamizar la economía.

Disponer de indicadores demográficos a nivel subnacional permite caracterizar las particularidades de cada departamento, distrito y localidad, según su dinámica poblacional, a fin de distribuir los recursos de manera proporcional a las necesidades, e  integrar  el desarrollo nacional con el local para reducir las desigualdades en el país.

Esta historia con datos presenta la evolución del tamaño de la población en Paraguay, destacando la importancia de los indicadores demográficos como insumos esenciales en los ejercicios de planificación departamental y alineación de acciones para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), al visibilizar cómo el comportamiento del crecimiento poblacional debe asociarse con la definición de estrategias de protección social (ODS 1 y 3), educación (ODS 4) y empleo (ODS 8).

Contexto sobre Paraguay y su evolución poblacional

Situado en la zona central de América del Sur, Paraguay es el quinto país más pequeño en cuanto a (406.752 km2) extensión y el cuarto menos poblado(7.044.636 habitantes) (Banco Mundial, 2019). Limita con Argentina, Bolivia y Brasil.

El país está dividido por el río Paraguay en dos regiones naturales: la Región Oriental y la Occidental (también conocida como Chaco. El territorio está dividido en 17 departamentos político-administrativos: 14 se encuentran ubicados en la Región Oriental y contienen el 89,9% de la población del país (Concepción, San Pedro, Cordillera, Guairá, Caaguazú, Caazapá, Itapúa, Misiones, Paraguarí, Alto Paraná, Central, Ñeembucú, Amambay, Canindeyú), incluyendo a Asunción, capital del país. La Región Occidental cuenta con tres departamentos (Presidente Hayes, Boquerón y Alto Paraguay) (INE, 2018).

Fuente: INE, Encuesta Permanente de Hogares Continua, 2020

Población paraguaya: evolución y retos

La población paraguaya se compone de descendientes de españoles, indígenas guaraníes e inmigrantes europeos. El paraguayo es en general, de tez blanca o ligeramente cobriza, de estatura mediana, resistente, sobria, laboriosa y su hospitalidad es proverbial. Es un país pluricultural y bilingüe, donde el castellano y guaraní son idiomas oficiales. Es un país de gran tradición Católica Apostólica Romana, aunque existe completa libertad de cultos (INE, Anuario Estadístico, 2018).

Evolución de la población paraguaya 1962 – 2020

En 1960, Paraguay contaba con 1.906.641 de habitantes,​ diez años después ascendía alrededor de 2.484.172 habitantes, y en los años  1980 alcanzó los 3.197.754.​ En 2020, se estima que la población es de 7.252.672 habitantes, siendo los departamentos Central (2.201.109 habitantes), Alto Paraná (830.943 habitantes), Itapúa (616.565 habitantes), Caaguazú (563.803 habitantes) y Asunción (521.559 habitantes) los que mayor población registran (STP/INE, 2025).

En 1950, el área urbana concentraba el 35% de la población nacional, mientras que en el censo de 2012 alcanzó un 60%. Esto indica que la población del área urbana  experimentó un incremento del 25% durante los últimos 60 años (INE Proyección de la Población Nacional, Áreas Urbana y Rural por Sexo y Edad, 2000-2025. Revisión 2015).

Fuente: elaboración propia basada en INE, 2020

Nota: esta gráfica es animada, para activarla por favor dé clic sobre la flecha derecha.

Entre 2010 y 2020, la tasa de crecimiento poblacional de Paraguay se ubicó en 1,47% (STP/INE. Paraguay. Indicadores demográficos estimados y proyectados,2001-2024). Se trata sin duda, de un crecimiento que representa retos para la formulación de políticas públicas que garanticen las condiciones adecuadas de vida para todos habitantes en línea con  el desarrollo sostenible del país. Por ejemplo, asegurar el acceso a la educación de calidad tanto para las niñas, niños y adolescentes como para los jóvenes (ODS 4), establecer mecanismos para mantener un equilibrio de gastos en seguridad social (ODS 1 y 3) o coordinar políticas de empleo que regulen el déficit o exceso de mano de obra (ODS 8).

Paraguay proyecta que su población en 2020 será de 7.252.672 habitantes (50,4% de hombres y 49,6% de mujeres). Mientras tanto, la tendencia al alza en las zonas urbanas en cuanto a la distribución de la población continuará aumentando, con un 62,5% de los habitantes en las ciudades y un 37,5% de la población en áreas rurales. A su vez, la esperanza de vida al nacer sería de 74,7 años. En este aspecto las mujeres proyectan mayor longevidad, con 77,7 años de edad mientras que la esperanza de vida de los hombres es de 71,8 años para los hombres, lo que representa una diferencia de 5,9 años (INE, PARAGUAY- Proyecciones de población nacional áreas urbana y rural por sexo y edad, 2020).

Grupos etarios y el reto del empleo decente

Paraguay se encuentra en una etapa de transición demográfica plena, con descensos considerables en la Tasa Global de Fecundidad (TGF) (1) en décadas recientes, y de acuerdo con proyecciones actuales, la tendencia se mantendrá hasta el año 2025.

Fuente: elaboración propia basada en INE, 2020

En la siguiente gráfica, se observa que la población paraguaya tiene una tendencia de crecimiento mayoritario en el rango  de 15 a 64  años mientras que el grupo de 0 a 14 años disminuye a través de los años. Por otra parte, el grupo de adultos mayores de 65 años y más se mantiene con un ascenso leve desde finales del 2020.

Fuente: elaboración propia basada en (PARAGUAY- Proyecciones de población nacional áreas urbana y rural por sexo y edad, 2020).

En 2020, la estructura por edad de la población muestra que el 28,9% es menor de 15 años, el 64,4% está entre los 15 y 64 años y un poco más del 6,7% tiene 65 o más años. El ritmo de crecimiento medio anual de la población paraguaya al 2020 es de 1,38% y experimentará una leve reducción hasta alcanzar 1,33% anual en el 2024 (INE-Proyecciones de la Población Nacional 2020).

Los adultos entre los 30 y 64 años son el subgrupo etario de mayor participación en el país (2.715.396 habitantes), lo que implica la necesidad de robustecer el mercado laboral y crear empleos decentes que potencialicen la mano de obra disponible en línea con la demanda y los avances tecnológicos globales, que permitan hacer frente a situaciones coyunturales como la actual pandemia provocada por el COVID-19 (ODS 8).

Según los últimos datos de la encuesta de hogares continua, en el 2° trimestre (abril a junio de 2020, la tasa de la fuerza de trabajo a nivel nacional fue 66,7% (3.390.555 personas), la más baja registrada en los últimos tres años (período 2017 al 2020).

La disminución de la fuerza laboral afectó en mayor medida a las mujeres y a quienes residen en las áreas urbanas del país. En el caso de las mujeres, la reducción de las tasas fue de 6,3 puntos porcentuales (pp) con respecto al año anterior (129.000 personas) y 6,5 pp en comparación con el 1er trimestre del 2020 (166.000 personas). Esto implica que la disminución registrada en el total de la fuerza de trabajo en los períodos analizados, se debe principalmente a la menor participación de la mano de obra femenina, que se encuentra más expuesta a eventuales despidos y a asumir una mayor carga laboral no remunerada en los hogares (ODS 5) (OIT, 2020).

La actividad económica entre hombres y mujeres de 15 y más años de edad es diferenciada. De cada 10 hombres, 8 integran la fuerza laboral, mientras que de cada 10 mujeres, aproximadamente 6 forman parte de la misma. La tasa de desempleo alcanzó el 5,6%, siendo las mujeres las más afectadas – el 7,7%  se encontraban desempleadas en comparación con el 4,1% de los hombres (ODS 5).

Mediciones demográficas: una hoja de ruta para las políticas públicas

Entender la dinámica de la población permite tener un panorama claro de la situación socio-económica actual y futura de un territorio, así como el nivel de intervención que requiere para garantizar y optimizar la calidad de vida de sus habitantes. Por lo tanto, el análisis de los indicadores demográficos se convierte en un insumo esencial para establecer líneas de acción como políticas de vivienda, educación o empleo. Entre los indicadores demográficos más utilizados, se encuentran la tasa bruta de natalidad, la tasa global de fecundidad y la tasa bruta de mortalidad.

–> Indicadores demográficos nacionales

En el caso de Paraguay, la tasa bruta de natalidad ha presentado una tendencia decreciente al pasar de 26,28 nacimientos por cada 1.000 habitantes en 2001 a 19,98 nacimientos por cada 1.000 habitantes en 2020. Para este mismo periodo, la tasa global de fecundidad pasó de 3,45 hijos vivos por cada 1.000 mujeres a 2,41 hijos vivos por cada 1.000 mujeres (INE, Tasas de crecimientos y componentes, según departamentos 2001-2024).

Esta dinámica responde a un mayor número de años en educación (9,49 años de estudio en promedio) y participación en el mercado laboral de las mujeres (tasa de ocupación 56,25%), así como la reducción de la brecha del ingreso promedio mensual entre hombres y mujeres (18,8% entre 2017 y 2019), entre otros factores, que impulsan la independencia de las mujeres y generan nuevas prioridades en sus vidas (DGEEC, Atlas demográfico del Paraguay, 2019).

Además de brindar información para proyecciones poblacionales, demográficas, la tasa global de fecundidad permite tener una mejor idea acerca de la disponibilidad de las mujeres para ingresar al mercado laboral, donde  los roles tradicionales de género pueden convertirse en una desventaja continua para el empleo de las mujeres.

La población femenina en edad reproductiva varía de 49,0% en el 2000, aumentando al 52,8% en el 2025. Es un incremento moderado, pero es importante resaltar que se mantiene desde el año 2005 hasta 2025 por encima del 50%. En términos absolutos, en ese mismo periodo, este grupo aumenta de 1,4 a 2,0 millones (INE, Estimación y proyección Nacional).

Otro indicador que se encuentra relacionado de forma directa con el tamaño de la población es la tasa bruta de mortalidad. A pesar del descenso continuo de la mortalidad en todas las edades, este indicador solo ha presentado una reducción de 0,5 puntos en las dos últimas décadas, dado que la disminución de la fertilidad da como resultado una población que envejece de forma más acelerada. En 2020, el número de defunciones por cada 1.000 habitantes es de 5,7 y se mantendrá alrededor de este nivel hasta el 2024.

Anteriormente las principales causas de muerte estaban asociadas a enfermedades parasitarias e infecciosas. En la actualidad, las tendencias han cambiado para dar paso al avance de enfermedades degenerativas, crónicas y a causas externas como la violencia o accidentes, (en especial, los accidentes de tránsito). De acuerdo con el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, en 2019 hubo un muerto cada 8 horas debido a un accidente de tránsito.

Esta información es útil para el desarrollo de campañas de prevención y concienciación, con el objetivo de reducir los costos de tratamiento dentro de los sistemas de salud. Por ejemplo, el Sistema de Información sobre Accidentes de Tránsito (SIAT) que se encuentra en fase de implementación, busca proporcionar datos de accidentes de tránsito a nivel desagregado por rutas, periodicidad y grupos de población. Este sistema permitirá focalizar programas en zonas críticas de siniestros y aportar al diseño de  programas enfocados en los grupos demográficos más vulnerables (BID, 2020).

Fuente: elaboración propia basada en INE, 2020

Nota: esta gráfica es animada, para activarla por favor dé clic sobre la flecha derecha.

🡪 Indicadores demográficos territoriales 

En 2001, la tasa bruta de natalidad presentaba una diferencia de hasta 12 puntos entre departamentos, siendo Ñeembucú y Alto Paraguay los departamentos con menor (20,2) y mayor tasa (32,2). En 2020, esta diferencia equivale a 9,9 puntos, donde Asunción reporta la menor tasa (14,4) y Alto Paraguay mantiene su posición como el departamento con mayor tasa bruta de natalidad (24,3). En adición,  Concepción,  Presidente Hayes y Boquerón, tuvieron en 2020 una tasa superior a 23. Lo anterior podría atribuirse a las condiciones de pobreza que experimentan estos departamentos y a la población indígena que los habita.

Este mismo comportamiento se observa para la tasa global de fecundidad donde la diferencia entre departamentos disminuye 1,1 entre 2001 y 2020 dada la reducción del indicador en los departamentos de Asunción y Alto Paraguay, que representan la menor y mayor tasa en 2020, 1,9 y 3,0 respectivamente. Asimismo, los tres departamentos de la región occidental junto con los departamentos Concepción, San Pedro (limítrofes con la región) y Caazapá, registran la tasa global de fecundidad más alta (entre 2,8 y 3,0). Como en el caso anterior, puede inferirse que las condiciones de pobreza y la presencia de población indígena son factores que inciden en los resultados presentados. Las tasas de fecundidad varían entre los departamentos y han experimentado un descenso en los mismos. El supuesto general para estas proyecciones, basado en las observaciones pasadas, es que en todos los departamentos, la fecundidad continuará descendiendo. Se supuso además que el descenso seguiría un modelo de función logística en el periodo 2000-2025.

Contrario a los demás indicadores, la diferencia entre departamentos respecto a la tasa bruta de mortalidad, no disminuyó entre 2001 y 2020, debido a que los departamentos con la menor y la mayor tasa presentaron ajustes proporcionales en el periodo. No obstante, de los 17 departamentos (más Asunción), 16 presentaron una reducción de este indicador, siendo Concepción, Caazapá y Alto Paraguay los departamentos con la mayor disminución (1,2, 1,1 y 1,0, respectivamente). Por otra parte, Ñeembucú registró la tasa más alta del país (8,0) dado que existe una disminución en la población infantil y de adolescentes en esta región. Es pertinente mencionar que existen épocas del año en donde se producen inundaciones que son fuente de múltiples enfermedades y resultan afectando la salud de sus habitantes.

Fuente: elaboración propia basada en INE, 2020

Conclusiones

En la actualidad, el 64,4% de la población paraguaya se encuentra entre los 15 y 64 años, lo que evidencia la necesidad de una fuerte inversión en educación para la ampliación de cobertura y calidad educativa (ODS 4), así como el trabajo remunerado (ODS 8). Se estima que el actual crecimiento demográfico se sostenga o sea similar hasta 2025. Es necesario ampliar los estudios poblacionales con respecto a los impactos fiscales y financieros para incorporarlos a las políticas públicas y generar fuentes de trabajo digno.

El análisis de indicadores demográficos permite conocer la calidad de vida de una población, y entender la estructura de la misma. El nivel y tendencia de los nacimientos, fecundidad y mortalidad están asociados a las condiciones y factores demográficos, económicos y sociales del país. Las mejoras en las condiciones de vida de la población, los adelantos médicos y el aumento de la cobertura de salud son factores decisivos en la lucha contra la mortalidad y factores como el lugar de residencia, el nivel educativo y la pertenencia o no a grupos indígenas puede influir en la equidad al interior del país.

Por lo tanto, disponer de esta información desagregada a nivel geográfico es fundamental en la planificación territorial para el desarrollo sostenible. Los indicadores demográficos en Paraguay presentan escenarios diferenciados para cada uno de sus departamentos que requieren de programas específicos para abordar los retos que esto supone en cada territorio, así como una política pública integral que soporte las estrategias locales en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

La reciente aprobación de la Ley de Modernización del Sistema Estadístico Nacional (SISEN) y la creación del Instituto Nacional de Estadística se convierte en un punto de inflexión en la historia estadística del país y se convierte en una oportunidad única para fortalecer las capacidades técnicas en la medición de los indicadores demográficos y en la producción de estadísticas tanto nacionales como territoriales, que permitan formular políticas públicas robustas, focalizadas, adaptables y sostenibles de acuerdo con las realidades de la población.

Notas

(1) Las tasas de fecundidad varían entre los departamentos y han experimentado un descenso. El supuesto general para estas proyecciones, basado en las observaciones pasadas, es que en todos los departamentos la fecundidad continuará descendiendo. Se supuso además que el descenso seguiría un modelo de función logística en el periodo 2000-2025.

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