Informe violencia intrafamiliar contra niñas, niños y adolescentes, 2015 – 2019

abril 15, 2020

Por: Sophia Jaramillo & Mesa de monitoreo
Alianza para la Niñez Colombiana


El término niñez hace referencia a las niñas, niños y adolescentes menores de 18 años. En Colombia, para 2020, el 28% de la población total pertenece a este grupo, es decir 14.294.176 de personas, de las cuales 49% corresponden a niñas y 51% a niños. (DANE, 2020)

La niñez abarca las etapas más importantes de todo individuo, dado que durante estos años se construye las bases de la personalidad, se forman e interiorizan los valores y actitudes, y se comienza a identificar el rol que cada niño, niña y adolescente tendrán en la sociedad. Por ello, brindar un ambiente fuera de cualquier tipo de violencia es esencial para garantizar su adecuado desarrollo. Sin embargo, en Colombia, se han identificado diferentes casos de violencia intrafamiliar, es decir cualquier acto de maltrato físico contra los niños, niñas y adolescentes cometido por un familiar o cuidador como un ejercicio de poder para lograr control.

En este sentido, esta historia con datos, realizada por el Observatorio de Niñez de la Alianza por la Niñez colombiana, busca ser una herramienta de sensibilización y visualización del estado de la violencia intrafamiliar contra la niñez colombiana registrada entre el 2015 y 2019, así como convertirse en un punto de partida para estudios futuros que permitan dar cumplimiento a las meta 16.2 poner fin a la explotación, trata, maltrato y cualquier forma de tortura y violencia hacia niñas, niños y adolescentes, y 5.2 eliminar todas aquellas formas de violencia hacia las niñas y mujeres.  

Violencia intrafamiliar contra la niñez 2015 – 2019

El  término violencia intrafamiliar, según el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, es cualquier forma de maltrato que se comete entre miembros de la misma familia, demostrando un desequilibrio de poder ejercido desde el más fuerte al más débil, con el fin de ejercer control..

Entre 2015 y 2018, se evidencia un comportamiento homogéneo respecto a los casos de violencia intrafamiliar reportados en Colombia. Sin embargo, para 2019 se destaca una reducción significativa del 4,6%, la cual puede corresponder a dos factores: no reporte de muchos casos y eventos, por la naturalización de la violencia (1)  o por una real disminución debido a la efectividad de programas, proyectos y campañas, entre otras acciones realizadas por el gobierno nacional y las organizaciones de la sociedad civil para reducir la violencia intrafamiliar.

 Nota 1: Cuando hablamos de la naturalización de la violencia nos referimos a que dentro de una sociedad aquello que debería escandalizar como la agresión de un niños o niña por parte de sus padres no impresiona, alarma o sensibiliza a una población por las constantes noticias o el diario vivir que se encuentra impregnado de actos violentos. 

¿Cómo está distribuida la violencia intrafamiliar en Colombia?

Al analizar el fenómeno de violencia intrafamiliar por zonas del país, se observa que las más afectadas por este flagelo se ubican en la región oriental. Los departamentos de Casanare (132,4), Arauca (131,8), y Meta (117,6) se encuentran entre los cinco departamentos con mayor tasa de casos de violencia intrafamiliar a nivel nacional en 2019, acompañados por Bogotá y San Andrés. En contraste, la región del Pacífico posee las tasas más bajas. Se resalta el caso de Chocó (10,8), del cual se esperaría lo contrario, por tener una dinámica socioeconómico similar al de los departamentos con mayores tasas.

Las altas tasas en los departamentos antes mencionados, pueden estar asociadas a factores como los bajos niveles de escolaridad en estas zonas, así como a prácticas tradicionalmente aceptadas por las comunidades del oriente de Colombia que naturalizan la violencia intrafamiliar y el machismo, e incluso a la desescolarización o a una escolarización de baja calidad.

Con relación a las zonas con mayor número de casos de violencia intrafamiliar contra la niñez, no se registran cambios significativos en las cabeceras municipales, los centros poblados ni el área rural de un año a otro del periodo analizado. Empero, se evidencia una gran diferencia en el registro de casos entre cabeceras municipales y el área rural. El escaso registro en esta última podría deberse a la naturalización de la violencia intrafamiliar, o al hecho de la dispersión, que hace difícil que la institucionalidad atienda estas zonas.

¿Cuáles son las edades y el sexo más afectado por la violencia intrafamiliar?

Los casos de violencia intrafamiliar por edad y sexo presentan un comportamiento diferencial por sexo entre los rangos de 0 a 10 años y de 10 años en adelante. En el primer rango, entre los 5 y 9 años, el mayor porcentaje de maltrato lo ocupan los niños, 7,3 puntos porcentuales por encima de las niñas. Situación que cambia después de los 10 años, etapa en la cual se evidencia un mayor grado de violencia contra las niñas, 3% más que los niños, y se agudiza en la adolescencia, entre los 15 y 17 años, donde la diferencia es del 8.3% .

En general, los datos revelan que los niños entre 10 y 14 años son el grupo más vulnerado. En esta edad se producen los mayores cambios físicos y mentales, y se realiza la transición de niñez a adolescencia. Lo que trae como resultado cambios en el comportamiento de niñas y niños, sumado a una activación de su pensamiento crítico, que conlleva a mayores desacuerdos y puntos de controversia al interior de las familias. El alto registro de casos de violencia intrafamiliar puede deberse a la falta de herramientas para manejar esta etapa de transición por parte de los padres de familia o cuidadores. Por otro lado, a esta edad los niños y niñas tiene mayor autonomía y pueden radicar la denuncia por sí mismos; lo que no ocurre en la primera infancia, donde la mayoría de veces la denuncia la realiza un tercero.

Ahora bien, desde la perspectiva de género, las niñas tienen mayores afectaciones, debido probablemente, a la inequidad de género existente. Las prácticas sociales comunes hacia las niñas adolescentes implican una serie de conductas y patrones particulares que rigen su comportamiento. El vestirse apropiadamente, no alzar la voz, ayudar en la casa con labores domésticas, no estar fuera de la casa a altas horas de la noche y, la prohibición de relaciones sociales y afectivas con terceros, son algunas de las prácticas que impiden un libre desarrollo de la personalidad y entran en conflicto con las creencias y conductas de los cuidadores, sumado a que ellas permanecen más tiempo dentro de sus hogares. También la variable de género puede incidir al considerar a las mujeres como personas débiles a las cuales se les puede infringir ciertos castigos. Además, las mujeres se encuentran en doble estado de vulnerabilidad al ser violentadas física y sexualmente.

¿Cuándo se produce la violencia intrafamiliar contra la niñez?

Los meses de noviembre y diciembre, así como los días viernes y sábado, son en los que menos agresiones se reportan; lo que lleva a pensar que muchos de estos eventos de violencia intrafamiliar contra la niñez son originados por el estrés de los padres, los afanes de la vida laboral y la vida escolar de los niños y niñas. En cuanto a la hora, entre 6:00 pm y 9:00 pm se registran la cuarta parte de los casos , periodo que corresponde a la llegada de los padres a sus hogares y que puede estar relacionada con las horas de tareas de los niños y niñas, en los que posiblemente es el castigo físico el tipo de violencia intrafamiliar ejercido contra las niñas y niños. 

¿Quiénes son los principales agresores?

Los principales agresores son los progenitores, padres (31,3%) y madres (29,1%) , encontrándose una relación entre el sexo del agresor y la víctima; es decir, los niños son agredidos en mayor proporción por sus padres y las niñas por sus madres. Al comparar padrastros y madrastras como agresores, se observa que los padrastros lo son en un 9,11% de los casos y las madrastras en solo el 1,95%. Lo anterior podría explicarse debido a que es más probable que la madre se quede con la custodia de los hijos haciendo más posible, constante e importante la interacción entre padrastros e hijos en contraste con la relación entre madrastras e hijos.

¿Qué estaba pasando cuando se presentó la agresión?

Una de las variables claves para el análisis es la actividad durante la cual se produjo el hecho de violencia intrafamiliar. Según los datos presentados, en el 39%  de los casos esta tuvo lugar durante actividades vitales o relacionadas con el cuidado personal de las niñas, niños y adolescentes, momentos en los cuales se tiene un relacionamiento directo entre agredido y agresor, además de una clara relación de poder entre ambos actores.

Violencia intrafamiliar contra la niñez con discapacidad

Frente a la situación de violencia intrafamiliar de que son víctimas niñas, niños y adolescentes con discapacidad, el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, señala un incremento vertiginoso desde 2015.  El crecimiento porcentual de 19,12 puntos entre 2015 (13,97%) y 2018 (33,09%), es alarmante. Se hace necesario analizar si esto corresponde a un aumento generalizado de la violencia intrafamiliar hacia la niñez con discapacidad, a un aumento de las denuncias o a alguna otra razón.

De acuerdo con el tipo de discapacidad, el mayor número de denuncias de violencia intrafamiliar se presenta en casos de niños, niñas y adolescentes con discapacidad psicosocial e intelectual (38,97%), seguido de con discapacidad múltiple (33,09%) y de con discapacidad física (11,76%) . Estos datos plantean con urgencia un llamado a la protección de niñas, niños y adolescentes con discapacidad, desde el trabajo con las familias, las instituciones educativas y los espacios comunitarios. En adición, es importante trabajar en la formación de los funcionarios encargados de recibir las denuncias y brindar atención a las víctimas.

Conclusiones

Si bien la violencia intrafamiliar contra niñas, niños y adolescentes constituye un grave flagelo, la reducción significativa registrada durante el último año del periodo revisado, plantea interrogantes frente a las posibles razones de esta: ¿han empezado a cambiarse prácticas de crianza por parte de los padres o han descendido las denuncias realizadas?, y en cualquiera de los dos casos, ¿qué las ha motivado?

De igual forma se destaca que, aunque las niñas experimentan una mayor tasa de violencia intrafamiliar, la diferencia porcentual entre niños y niñas no es realmente significativa, como sí lo es en el caso de la violencia sexual.

Otro dato para destacar es relativo al espacio temporal  en el que ocurre la violencia intrafamiliar. El hecho de que la hora de mayor afectación sea la misma hora en la que los padres están en casa después de una jornada laboral, o de que aquellos días y meses donde se baja el porcentaje de casos sea en tiempos de descanso, lleva a pensar que la violencia intrafamiliar contra la niñez colombiana está directamente relacionada con el estrés de los padres y madres, los principales agresores.

Es pertinente resaltar que el informe sobre violencia intrafamiliar debe interpretarse más allá de los números y profundizarse en las causas y consecuencia en la vida de  cada niños, niñas y adolescentes del país. El maltrato, la explotación y la tortura son puntos innegociables para la construcción de sociedades incluyentes y pacíficas.  Como se mencioina en el ODS 16 con la meta 2, la niñez debe ser considerada uno de los principales puntos de trabajo para lograr esta sociedad deseada.

Así mismo, es necesario resaltar que cada ODS necesita de la activación de los otros, por lo que también se hace relevante el ODS 5, meta 2 en este informe, pues en la lucha por una sociedad sin violencia para los niños, niñas y adolescentes, se debe ser consciente de las brechas de género existente desde la niñez, siendo las niñas en Colombia las más afectadas ante la violencia intrafamiliar.

Recomendaciones

En la Alianza por la Niñez Colombiana queremos dar voz niñas, niños y adolescentes y estas son algunas de sus recomendaciones, dirigadas a  distintos actores, frente a la violencia intrafamiliar:

*Capacitaciones para todo el mundo para que tengan conocimiento sobre las entidades que protegen a los niños.

*Que haya más protección a la familia, que se tomen los casos en serio y que nos ayuden.

*Hablar primero con uno y entender la situación antes de que destiquen con uno.

*Que no les peguen a sus hijos porque si les pegan ellos no van a aprender con golpes y que den mucho cariño que tanto se merecen

*Al ver maltrato informar acerca del problema para que tomen medidas frente al problema

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