Con una enorme participación virtual, el séptimo Foro Regional de África sobre Desarrollo Sostenible discutió ampliamente los impactos de la COVID-19.
En medio de la incertidumbre, se han dado algunos pasos. Algunos temas que se abordaron en reuniones anteriores regresaron, rodeados por los impactos de la pandemia. En otras palabras, los países cuentan todavía con una gran oportunidad de reconstruir y fortalecer su narrativa sobre el desarrollo sostenible, incluso en medio de la pandemia.
Una narrativa renovada, que se refiere a la Década de Acción y la entrega para reconstruir mejor, es la piedra angular para la implementación futura de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, pero está lejos de consolidarse.
No se identificaron nuevos grupos vulnerables como resultado de los impactos económicos, sociales y ambientales de la crisis, incluso cuando estas tres dimensiones fueron discutidas en la reunión. Cuesta creer que los gigantescos cambios y desafíos derivados de la pandemia se limitan a reforzar la vulnerabilidad de grupos de por sí ya vulnerables. Algunos países deberían reevaluar sus esfuerzos y asegurarse de que no están dejando atrás a ningún grupo o comunidad.
La discusión que queda pendiente es la forma en que trabajarán los países para alinear sus planes nacionales de recuperación de la COVID-19 y la Agenda 2030, que en el caso africano, debería incluir la Agenda 2065 de la Unión Africana. No existen pistas claras que nos permitan encontrar posibles respuestas concretas a esta cuestión crítica. ¿Pueden los países africanos crear y explotar sinergias entre esos procesos? Es muy temprano para decirlo, pero la discusión continúa. Esa es probablemente la principal contribución de este foro al futuro trabajo del Foro Político de Alto Nivel de las Naciones Unidas en 2021.
