La presente investigación expone el contexto del desarrollo sostenible, abordando los tipos de fuentes de información existentes en Colombia para la implementación de los ODS.
- Colombia cuenta con una iniciativa de datos abiertos abanderada por el gobierno. En el documento se presentan proyectos que a partir del uso de fuentes no oficiales de información han logrado convertirse en herramientas útiles para la toma de decisiones en el país
- El big data ha sido objeto de crítica por la veracidad de la información. Pero, no se han explorado posibilidades de analizar las metodologías de lectura, visualización y análisis utilizadas por el sector privado, la academia y la sociedad civil, ni de ofrecer recomendaciones para su mejora y articulación las con estadísticas oficiales

Los datos son un insumo básico para la toma de decisiones a todo nivel. Pero muchos países enfrentan problemas a la hora de recolectarlos, procesarlos, analizarlos y difundirlos, porque la inversión de recursos para este fin puede ser muy alta. Por eso el uso de nuevas herramientas tecnológicas y de fuentes no oficiales de información, como el big data, ofrece alternativas económicas, eficientes e innovadoras.
Este documento busca explorar el avance en el uso del big data, y otras fuentes de información no oficiales, en Colombia. Lo que se demuestra es que en este país el impacto a la hora de generar espacios que promuevan el uso del big data para el desarrollo sostenible ha sido amplio. Se presenta evidencia que demuestra el compromiso a la hora de generar un ambiente que propicie el uso de datos abiertos y big data, en especial con iniciativas abanderadas por el propio gobierno y a partir de políticas públicas.

Con un recorrido que introduce los términos de desarrollo sostenible, big data y fuentes de información, se plantea el contexto del uso de datos abiertos en Colombia. Se hace un paneo de las organizaciones estatales a cargo de la implementación de la Agenda 2030, para luego dar a conocer algunas de las iniciativas privadas y públicas que han hecho, o hacen, uso del big data
para su desarrollo.
Las pruebas dan evidencia del compromiso de Colombia a la hora de generar un ambiente propicio para el uso de datos abiertos y big data, así como su alineación con los ODS. Pero también se puede concluir que aún hay un amplio campo de acción para aprovechar el potencial de las fuentes de datos no oficiales y así reducir las brechas de información. Y, aunque es cierto que las fuentes de datos no oficiales, como el big data, han sido objeto de crítica por la veracidad de los datos, no se han explorado posibilidades de analizar las metodologías realizadas por el sector privado, la academia y la sociedad civil, ni de ofrecer recomendaciones para su mejora y articulación futura con las estadísticas oficiales.

Se hace un llamado a facilitar la construcción de alianzas entre los diferentes actores para la creación de una red de implementación del big data para el desarrollo sostenible. Pues esta debe ser vista como una herramienta que ayude a fortalecer los sistemas de medición de datos y monitoreo de ODS, al ampliar los niveles de detalle en la información y cómo esta puede complementar a las fuentes de datos oficiales.