
Por: Patti Londoño Jaramillo
Cepei
p.londono@cepei.org
16 de octubre 15, 2020
El sanador, el pragmático, el acusador, el predicador retórico, el visionario. Puntos de vista y actitudes reflejadas en las declaraciones de los miembros permanentes del P5 (Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas). Con la excepción de China, los otros 4 omitieron mencionar los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible). Es curioso, cuando en realidad la implementación total de los ODS y la Agenda 2030 podría permitir que todo el sistema internacional reaccionara mejor ante pandemias como el actual COVID-19.
Los países han respondido de manera contraproducente ante esta pandemia. En lugar de aislarnos, debemos fortalecer nuestra pertenencia a una comunidad internacional única y global. En lugar de jugar al juego de la culpa y la vergüenza, necesitamos mejorar nuestra capacidad para cooperar y colaborar. En lugar del egoísmo, debemos explorar la solidaridad en busca de un beneficio mutuo. En lugar de visiones estrechas, necesitamos ampliar nuestra comprensión universal acerca de los principales desafíos mundiales. En lugar de fortalecer nuestras divisiones nacionales, deberíamos comprometernos a colaborar con una aldea global. En lugar de buscar nuestro propio bienestar, debemos buscar un bienestar global inclusivo.
Esta pandemia ha demostrado que, a menos que todos estemos saludables, nadie lo estará. ¿Necesitamos alguna otra razón para cooperar? No mencionar los ODS no anuló el compromiso de implementar la Agenda 2030. Su omisión mostró más bien la forma en que la ONU y sus miembros tienden a fraccionar todos los temas en la Agenda global. Podríamos hacer una contribución más decisiva al desarrollo sostenible, la salud y la prosperidad para los seres humanos y el planeta si empezáramos a ver las interconexiones y vínculos entre agendas más amplias.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son la herramienta perfecta para promover y realizar cambios reales en los ámbitos social, económico y ambiental de nuestras relaciones bilaterales y multilaterales. También se ocupan de la gobernanza incorporando la dimensión política necesaria para acelerar su implementación. La mayoría de los desafíos mundiales deben abordarse de manera integral e integrada. Los ODS también encuentran un camino hacia el logro de objetivos y metas más ambiciosos y universales. Estos, además, dan el ejemplo de una implementación común, coordinada, colaborativa y con visión de futuro de un propósito unificador que no busca otra cosa que lograr la plena calidad de vida del ser humano en armonía con el resto de especies y con nuestro Planeta.
En este contexto, los miembros del P5 podrían repasar su enfoque de la pandemia actual, incorporando los ODS en sus estrategias para dar el ejemplo de cómo nosotros, como una sola humanidad, podríamos superar los desafíos globales.
.