
Javier Surasky
Cepei
15 de julio de 2020
El martes 7 de julio, a las nueve de la mañana de Nueva York, la presidenta del ECOSOC, Mona Juul, inauguró una nueva sesión del Foro Político de Alto Nivel de las Naciones Unidas 2020 (HLPF, por sus siglas en inglés), la “casa global” de los ODS. Su discurso ilustró el sentido de los trabajos que estarían por iniciar:
Este año, el HLPF debe mantener el impulso alcanzado durante la Cumbre de los ODS en septiembre del año pasado. Y crear una nueva dinámica para superar los impactos negativos de la pandemia, guiada por los valores consagrados en la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, y el marco para financiar el desarrollo sostenible en la Agenda de Acción de Addis Abeba [traducción propia].
El HLPF de 2020 es el primer evento mundial que busca poner en diálogo las estrategias nacionales, regionales y globales para avanzar hacia el desarrollo sostenible con las proyecciones de políticas para hacer frente al COVID-19 y sus efectos.
Este año, los debates se organizaron en torno a las áreas de trabajo principales señaladas en el Informe Global sobre desarrollo sostenible, publicado en 2019 por un Grupo Independiente de Expertos de la Ciencia y la Academia, designado en 2016 por el entonces Secretario General Ban Ki Moon. De esta manera, los eventos oficiales de la primera semana del HLPF promovieron diálogos multiactores, con un claro privilegio de los Estados, en torno a la Década de Acción y la reconstrucción del mundo post-COVID; orientadas principalmente a generar un mayor impacto en los ODS: la promoción del bienestar humano, el fin de la pobreza, el fin del hambre y la seguridad alimentaria, la respuesta a shocks y el relanzamiento de la economía, la protección del planeta y la construcción de resiliencia, las energías limpias y, por supuesto, medidas de control de la pandemia.
Hubo también sesiones oficiales en torno al trabajo desde un enfoque que integre a toda la sociedad (whole-of-society approach), sobre la situación particular de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, y en torno al principio de no dejar a nadie atrás, que ha devenido el “marketing oficial” de la Agenda 2030, entre otros.
Durante esta primera semana, los órganos del Sistema de Naciones Unidas, la sociedad civil y otros actores del desarrollo sostenible organizaron más de 20 eventos paralelos sobre temáticas afines.

El viernes 10 de julio, se dio inició a la presentación de los 46 Informes Nacionales Voluntarios (VNRs, por sus siglas en inglés) que tendrán lugar este año. Entre los primeros cinco informantes que presentaron sus informes a través de videos pregrabados, estuvieron dos de los nueve países de América Latina y el Caribe: Ecuador y Honduras. En ambos casos se trató de segundos informes. La próxima semana será el turno de Panamá, Costa Rica, Perú, Argentina, San Vicente y las Granadinas, Trinidad y Tobago, y Barbados. Estos últimos tres, desconociendo compromisos de trabajo, siguen sin hacer públicos sus informes.
Si bien es temprano para dar una opinión definitiva, la modalidad de presentaciones pregrabadas muestra ser un obstáculo para el desarrollo de debates en torno a los contenidos de los informes, una de las funciones esenciales del HLPF.
En términos personales, y teniendo en cuenta que he realizado el seguimiento de todas las reuniones del HLPF desde 2016, y al mismo tiempo destacando el esfuerzo realizado por las Naciones Unidas por organizar un foro global íntegramente a través de plataformas virtuales, tengo la sensación de que los Estados no han logrado cumplir con las expectativas que requiere el momento.
Gran parte de sus presentaciones durante las sesiones de trabajo pueden resumirse de la siguiente forma: “Nuestro país, aún con importantes desafíos y restricciones, estaba dando decididos pasos y haciendo progresos hacia los ODS cuando llegó la pandemia. Ahora no sabemos qué pasará y prevemos posibles retrocesos”. Teniendo en cuenta la necesidad del tiempo histórico actual, estas afirmaciones harían suponer que el mundo estaba avanzando de forma decidida hacia el logro de la Agenda 2030 cuando irrumpió el COVID-19, lo cual no es cierto: había algunos avances, cierto, pero no eran menos las situaciones de estancamiento o incluso regresiones en el camino hacia los ODS. Antes de la pandemia el mundo estaba lejos de la trayectoria para lograr los compromisos asumidos en la Agenda 2030.
Estas posiciones hacen que sigamos sin avanzar en contenidos específicos y operativos para dos elementos que necesitan concreción urgente: la “Década para la acción y el logro de resultados”, lanzada por el Secretario General de las Naciones Unidas en 2019, y la estrategia de mediano y largo plazo “Reconstruir mejor” (Build Back Better) para hacer frente a las consecuencias del COVID-19. Es fundamental que el HLPF pueda dar pasos concretos en la producción de contenidos críticos y operativos para cada uno de estos dos macro conceptos.
Algunas observaciones finales de lo ocurrido esta primera semana, en parte explicadas por las limitaciones del trabajo virtual, son:
Se ha registrado una cantidad importante de personas conectadas a los diferentes eventos (no tenemos aún cifras oficiales).
Las agencias, fondos y programas de las Naciones Unidas han sido privilegiadas en el otorgamiento de los limitados espacios disponibles para participar en eventos paralelos, incluidos los de la agenda oficial del HLPF, lo cual ha reducido el espacio de participación de otros actores.
Todas las sesiones oficiales de trabajo han sido transmitidas solamente en inglés (incluso si quien hace uso de la palabra utiliza otro idioma, se sobrepone el audio en inglés), lo que ha implicado “dejar a atrás” a organizaciones de la sociedad civil y personas que no hablan ese idioma. Esto es particularmente grave en el caso de los Informes Nacionales Voluntarios (VNRs), dado que los ciudadanos de países como Ecuador y Honduras no han podido escuchar a sus gobiernos en su idioma, a pesar de que las presentaciones fueron realizadas en español, afectando la rendición de cuentas que es parte de estos ejercicios.
A pesar del nivel de desafío, las transmisiones y las salas de debate virtuales de las sesiones han funcionado bien, han sido accesibles y no han registrado dificultades mayores. Sin embargo, se ha expuesto la inequidad en la calidad del acceso a internet: hay países que repetidamente han tenido dificultades para sostener conexiones de calidad durante sus exposiciones.
El 13 de julio, con el inicio de la segunda semana del HLPF, y la atención puesta en la presentación de Informes Nacionales Voluntarios (VNRs), comenzará la etapa final del Foro. Cepei continuará realizando un seguimiento de lo que allí ocurra y reuniendo los elementos para realizar nuestros análisis de los informes nacionales de los países de América Latina y el Caribe que estarán a disposición de quienes visiten la sección de “Gobernanza para el Desarrollo Sostenible” de nuestro sitio web.