En 2020, las crisis sanitarias, económicas y sociales mundiales, que se refuerzan mutuamente, nos advirtieron que ya no podemos resolver los problemas como puntos aislados y casi independientes en esferas sociales y ecológicas separadas. Las necesidades de los Estados Miembros y de las poblaciones vulnerables de todo el mundo son ahora más graves y complejas que nunca, y exigen una acción concertada.
Las organizaciones se están transformando para ser más flexibles, ágiles y proactivas a fin de adaptarse a las actuales problemáticas de la sociedad. Todas están teniendo que innovar, invertir en nuevas formas de trabajar y crear valor, y asumir nuevos riesgos para prepararse para un futuro incierto. Sobre todo, están reconociendo que la resiliencia no puede ser alcanzada por una sola entidad organizativa, sino entre un amplio ecosistema de colaboradores.
Cepei analizó los documentos disponibles de la ONU sobre la reforma regional, y llevó a cabo tres reuniones (virtuales) de expertos, consultó a las oficinas regionales de las Agencias de Fondos y Programas (AFP), a las Comisiones Regionales (CR), y entrevistó al personal de la ONU, a los estados, a la sociedad civil, al mundo académico y a los grupos de reflexión de las cinco regiones.