

Fredy Rodríguez y Margarita Vaca
Cepei
f.rodriguez@cepei.org – m.vaca@cepei.org
04 de enero de 2021
Se estima que a nivel mundial, uno de cada ocho adultos vive con una discapacidad, es decir más de 1.000 millones de personas. Asimismo, entre 110 millones y 190 millones experimentan discapacidades considerables (OMS, 2018). De acuerdo con diferentes estudios, las personas con discapacidad tienen mayor probabilidad de vivir en la pobreza, y enfrentar limitaciones tanto de acceso al sistema de salud como al sector educativo y al mercado laboral.
La discapacidad [1] no se limita a las condiciones de salud de una persona: también trasciende a múltiples ámbitos de la sociedad que incluyen tanto su entorno como la igualdad de oportunidades que tiene para desarrollar sus capacidades y ejercer sus derechos como persona y ciudadano (Naciones Unidas, Convención sobre los Derechos de las personas con discapacidad, 2006).
Por lo tanto, asegurar los derechos de las personas con discapacidad en todas las esferas, enmarcado en la revolución de datos a través del desglose de datos – es decir, la separación de la información en unidades más pequeñas como lo son la edad, el sexo, el tipo de discapacidad, la ubicación geográfica, entre otros – permite construir un mundo más equitativo, inclusivo y resiliente que no deja a nadie atrás, como lo postula la Agenda 2030.
En este compromiso, los datos actualizados y desagregados juegan un papel transcendental para visibilizar los progresos, retos y expectativas de este grupo, así como para trabajar en políticas públicas basadas en evidencia que no solo garanticen las necesidades básicas de las personas con discapacidad, sino que además promuevan oportunidades y una participación activa en la sociedad.
Tal es el caso del Inclusive Data Charter-IDC, una iniciativa de la Global Partnership for Sustainable Development Data, que establece principios para que sus aliados puedan guiar sus propósitos hacia datos más desagregados. Este caso evidencia el papel trascendental que juegan los datos actualizados y desagregados en visibilizar los progresos, retos y expectativas de este grupo, así como su rol central en la construcción de políticas públicas basadas en evidencia y que promuevan oportunidades y una participación activa de la sociedad.
A continuación, se presenta un panorama general de la situación de las personas con discapacidad asociada con algunos los Objetivos de Desarrollo Sostenible a partir del Reporte Discapacidad y desarrollo de las Naciones Unidas y otros estudios relevantes.
La mayoría de las personas con discapacidad viven en condiciones de pobreza (Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, 2006). Solo el 28% de las personas con discapacidades importantes tienen acceso a ayudas del gobierno a nivel mundial, y solo el 1 % tiene acceso a este tipo de ayudas en los países de ingreso bajo (Naciones Unidas, 2020: 4 – 5). | |
Con respecto a la seguridad alimentaria, en países desarrollados europeos, los datos revelan que el porcentaje medio de personas con discapacidades que no pueden pagar una comida con proteína cada dos días es casi el doble en comparación con las personas sin discapacidad (Naciones Unidas, 2019: 39). | |
En 43 países, el 42% de las personas con discapacidad frente al 6% de las personas sin discapacidad perciben su salud como mala (Naciones Unidas, 2019: 4). La falta de recursos económicos, accesibilidad a instalaciones y transporte médicos, así como una formación inadecuada del personal sanitario para atender a las personas con discapacidad son algunos de los factores que dificultan la correcta prestación de servicios especializados para esta población (Naciones Unidas, 2019). | |
Uno de cada diez niñas y niños tiene una discapacidad (UNICEF, 2018). Solo el 47% de más de 30.000 instalaciones educativas son accesibles para personas en sillas de ruedas (Naciones Unidas, 2019). 7 de cada 10 niñas, niños y adolescentes con discapacidad no asisten a la escuela (UNICEF, 2019). | |
Las mujeres con discapacidad tienen tres veces más probabilidad de tener necesidades de atención médica insatisfechas y ser analfabetas (Naciones Unidas, 2019). | |
Alrededor del 80% de la población con discapacidad se encuentra en edad de trabajar (OIT, s.f). Sin embargo, persisten barreras que limitan su ingreso al mercado laboral. Por ejemplo, el porcentaje de población con discapacidad empleada es casi la mitad de las personas sin discapacidad. Además, la falta de adecuación del lugar de trabajo, obstaculiza sus actividades o el acceso al mismo (Naciones Unidas, 2019). | |
En algunos países, más del 50% de las personas con discapacidades han experimentado discriminación. Asimismo, solo el 36% de los países no tienen restricciones legales para que las personas con discapacidad se casen (Naciones Unidas, 2019:13). | |
Existen diferentes barreras que afectan la movilidad de las personas, en espacios públicos y con el transporte. Estas barreras son físicas (aceras, estado de las vías, obstáculos en espacios peatonales, entre otros), barretas operacionales (filas, tráfico), barreras actitudinales/culturales (respecto a los semáforos, espacios del peatón) y barreras comunicacionales (cierre de vías sin previo aviso) (BID, 2019). Estas barreras se agudizan para las personas con discapacidad, para las cuales no solo implica retrasos en su trayectorias, sino, además, desafíos significativos para su interacción con la sociedad. | |
Los desastres naturales pueden afectar de forma desproporcionada a las personas con discapacidad, al limitar su acceso a alimentación y nutrición adecuada y/o acorde con sus necesidades, al agua potable y el saneamiento, a los servicios de atención de la salud y los medicamentos, a una vivienda adecuada, entre otros (Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, 2020). | |
Las limitaciones y barreras que deben enfrentar las personas con discapacidad al tener que huir de un territorio por amenazas contra su vida, por conflictos armados o por la presencia de bandas criminales que atentan contra su vida pueden ser mucho más amplias en comparación con otras personas, tanto por su funcionamiento limitado como por las necesidades específicas que requieren y, los medios y caminos que deben recorrer (ACNUR, s.f.). | |
Al menos 120 de 214 países o áreas que realizaron un censo durante la ronda de 2010 incluyó un conjunto de preguntas sobre discapacidad, es decir un incremento de 532% respecto al número de países (19) que lo hicieron durante la ronda del censo de 1970 (Naciones Unidas, 2019:17). |
Sin duda, en las últimas décadas, se ha presentado un cambio positivo y significativo para las personas con discapacidad, en particular, con la promulgación de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad en 2006, al expandir el concepto de discapacidad de una condición médica a un modelo social donde las barreras tanto del entorno como de la interacción social son un factor implícito de la discapacidad.
Las alianzas multiactor juegan un rol clave para promover procesos de sensibilización y para producir datos cada vez más desagregados que permitan atender y entender las necesidades de este grupo. Por ejemplo, el Grupo de Washington ha realizado varios esfuerzos por fortalecer las estadísticas y promoción de encuestas con mayor nivel de detalle. Este caso está muy ligado a la meta del ODS 17.18 que hace el llamado a disponer de datos, oportunos y frecuentes con la variable de discapacidad incluida para los usuarios.
Sin embargo, se debe continuar trabajando en publicar datos y estadística con mayor frecuencia a través del desarrollo de capacidades de productores y tomadores de decisiones en el proceso de recolección, análisis y difusión de los mismos, para reforzar el compromiso de la sociedad con las personas con discapacidad en el marco de la Agenda 2030.
[1] “Las personas con discapacidad incluyen a aquellas que tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que, al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás” Artículo 1, Convención sobre los Derechos de las personas con discapacidad, 2006.
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